[PS3] Front Mission Evolved

miércoles, 16 de mayo de 2018
16 de Mayo de 2018

Ya he vuelto. Han sido unos meses especialmente complicados. Casi diría que un solo mes sin entradas no está mal dadas las circunstancias.
En fin, sigamos por donde lo dejamos.


Nunca antes he probado la saga Front Mission, y eso que los RPGs tácticos son santos de mi devoción. Es por eso que, al verlo en condiciones casi perfectas a un precio muy bajo, no dudé en hacerme con Evolved.
¿Cómo iba a imaginar que Evolved era precisamente el juego de la saga que no es un RPG táctico, sino un shooter en tercera persona?

Pero bueno, no por eso iba a descartarlo, y lo cierto es que el juego, pese a sus tópicos y defectos, me gustó bastante.
Aunque quizá debería decir todo eso dentro de la entrada, y no antes. La entrada va a ser corta, eso sí. No hay mucho de lo que hablar y el juego es bastante corto.


Siempre sin spoilers


Front Mission Evolved es un subproducto de la saga Front Mission, y a diferencia de lo que suelen ser los juegos de la saga, no es un RPG táctico sino un shooter en tercera persona, en el que controlaremos a un potente robot armado hasta los dientes, y ocasionalmente a la persona que lo controla.
El juego fue desarrollado por Double Helix Games en 2010 para PlayStation 3, XBox 360 y PC.

La historia se centra en Dylan Ramsey, ingeniero de los Estados Unidos del Nuevo Continente, con grandes capacidades como piloto, que acude en busca de su padre cuando comienza el ataque de la Unión Cooperativa de Oceanía.
Después, se unirá al ejército de su país para ayudar a lograr la victoria.


La historia en sí es bastante tópica, pero no abunda el relleno, y hay varios personajes con personalidades diferenciadas interviniendo constantemente. No es especialmente original en ningún sentido, pero tiene suficiente interés durante todo el juego y nos acompañará bien durante el transcurso de la aventura.

Esta trama nos lleva a montarnos en el interior de un wanzer, un robot humanoide fuertemente armado, durante casi toda su extensión.
El control del wanzer se realiza a modo de shooter en tercera persona. Apuntamos y disparamos como es habitual mientras movemos con libertad nuestro robot.
El primer punto positivo del juego es el acertado control del wanzer. A pesar de su fuerte blindaje y armamento, el robot está capacitado para acelerar, saltar y mantenerse en el aire, además de poseer el sistema EDGE, que le permite ralentizar el tiempo unos segundos mortales para el enemigo.
Pero además hay una buena variedad de armas que podemos personalizar. Ahí es donde llegamos al mejor punto del juego: La personalización del wanzer. Hay una buena cantidad de opciones para personalizar nuestro wanzer, y además tienen efectos relevantes en batalla.

Podemos utilizar ametralladoras, francotiradores, bazokas, escopetas... pero también armas físicas como espadas e incluso los propios puños del robot. El robot tiene dos brazos para usar dos armas alternativamente o para una sola de gran tamaño. Además de las armas, también se puede modificar al wanzer para que sea más veloz o más resistente, según nuestras preferencias. El juego acabará antes de que nos hayamos cansado de probar diferentes combinaciones, por lo que este punto es el que más mantiene viva la llama del juego.
A esto hay que sumar un punto importante: Estamos controlando a un robot, así que es importante que sintamos estar manejando un robot. Y el juego lo consigue notablemente, lo que lo hace bastante disfrutable.



La variedad de situaciones del juego no está mal, aunque predomina avanzar con el wanzer enfrentándonos a nuestros enemigos. Hay partes centradas en un control de francotirador o de torreta, algunas partes en las que controlaremos directamente a Dylan (cuyo control es el más típico en los shooter en tercera persona, pero funciona al no abusarse de él) y, sobre todo, jefes.

Hay muchos jefes en el juego y son combates que tienen un error principal, y es que a menudo se hacen demasiado largos. Son combates intensos en los que podemos morir si nos descuidamos y recibimos muchos golpes seguidos o el golpe más poderoso del enemigo, pero los jefes tienen mucha vida, y a nosotros se nos dan reservas infinitas de objetos de recuperación, que aparecen a intervalos regulares de tiempo.

Debo decir que estos combates me gustaban, pero es innegable que algunos se prolongaron demasiado tiempo, cayendo en la repetición.



Y en cuanto a su duración, lo cierto es que es un juego bastante corto, que alcanza, como mucho, unas diez horas. Lo bueno de los juegos con esta duración es que acaban antes de que la jugabilidad se empiece a estirar como un chicle, por lo que se disfruta en toda su extensión.

Y no tengo mucho más que decir. Sí, no he hablado de la banda sonora ni de los gráficos, pero porque no hay mucho que decir. Los gráficos y el diseño son de lo más convencional, con lo que funcionan pero no sorprende.
La banda sonora, por su parte, no es memorable y se olvida con gran facilidad. En YouTube podéis encontrar el tema principal, que suena bastante bien, aunque nada más. De todos modos, tampoco hay mucho que escuchar.

Así que queda claro que el motivo principal para jugar Front Mission Evolved es ponernos a los mandos de un potente tanque andante. El control del wanzer es eficaz y disfrutable, con lo que si eso nos interesa como jugadores, el juego merece la pena. En cuanto al resto de elementos, no molestan ni destacan, y a ratos la historia puede sernos de interés, pero está claro que todo queda supeditado al control del wanzer.

Yo, por mi parte, disfruté el juego, pero no tardé en olvidarlo. Sin embargo, a aquellos a los que les guste este estilo y tengan ganas de manejar un wanzer y liarse a tiros pueden disfrutar, y bastante, de Front Mission Evolved.





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